¿Te has dado tiempo para valorar qué es lo que de verdad quieres conseguir en tu empresa, en tu vida profesional y personal?
¿Cuánto tiempo te has dedicado a ti mismo, para reflexionar qué estás haciendo, cómo te comunicas con los demás y contigo mismo?
¿Cómo puedes lograr que tus equipos trabajen como auténticos equipos, y no como un grupo de personas?
¿Cuánto tiempo has dedicado, de forma efectiva, a resolver eso que te tiene tan preocupado?
¿Cómo ayudar al desarrollo profesional de tus directivos, con aprendizajes que no se queden en solo teoría?
En un momento en que, más que nunca, las empresas valoramos el retorno de cualquier inversión, queremos compartir contigo algunas ideas de para qué abordar procesos de coaching:
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Mejora de la productividad
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Mejora la autoconfianza
A
Actitud positiva y retadora para cuestionarte tus propios juicios y creencias
T
Transformación; hacer cosas diferentes para alcanzar resultados diferentes; lograr ampliar tu perspectiva hasta conseguir una transformación real y duradera.
R
Responsabilidad; asume el protagonismo de tu vida y aléjate de ese estado en el que eres víctima de las circunstancias, de los factores externos. Tú eres el protagonista, tienes la posibilidad de cambiar las cosas
É
Emociones; se consciente de qué sientes ante cada circunstancia y desde ahí, qué acciones tomas y cuáles dejas. Ten conciencia de cómo influyen tus emociones en ti y desde ahí, ¡toma acción!
V
Visión; al igual que la empresa, cada ejecutivo tiene su propia “visión”; toma conciencia de cuál es la tuya, ¿Qué objetivos quieres alcanzar? y ¿qué hacer para conseguirlos?
E
Espacio; decídete a dedicarte el tiempo para tu propio crecimiento, a entrenarte para alcanzar aquellos objetivos que te propongas. Concédete tu Espacio.
T
Tiempo; ese “tesoro” que tanto valoras aunque muchas veces no sientes ser el que lo controla. Organiza y controla tu tiempo
¡Atréve-T! Pónte manos a la obra.
Ten el valor de hacer algo diferente, para conseguir tu objetivo